miércoles, 23 de enero de 2013

Reflexión Bloque I




Cuando empecé esta asignatura pensé que iba a ser de una manera muy diferente. Que iba a volver a dar lo que había aprendido en Bachillerato sobre la literatura, todos los autores con sus respectivas obras…

Pero antes de empezar, como la asignatura es de literatura, definiré qué es la literatura como lo he aprendido en esta asignatura.
La literatura tiene la intención de escribir algo, no tiene que tener una intención didáctica. Tiene como primer objetivo la intencionalidad artística. Esto no quiere decir que la literatura no enseñe nada, enseña como viven en otros países, el vocabulario que tienen...
La literatura no es solo saber los autores y sus obras. La literatura es saber manejar las palabras y saber crear con ellas, es el arte de las palabras.

Cuando empezamos a ver la asignatura pude ver que para nada era como yo pensaba, íbamos a aprender infinitas cosas para nuestro futuro, para poder llevarlo a las aulas.

Además de aprender de verdad el concepto de literatura también aprendí el de paraliteratura. Nunca había oído estaba palabra, no sabía a lo que se refería.

Cada vez que iba pasando la asignatura me iba interesando más por la literatura. Y se hace cosas que nunca pensé que las iba a realizar, como por ejemplo diferenciar un libro literario de no literario.

Como futura profesora a los alumnos les transmitiré el gusto por leer y la literatura en general. Hay que enseñar a los niños que leer no es aburrido sino que es divertido y que si se lee un buen libro se puede disfrutar muchísimo.

Es muy importante que los niños conozcan los tres géneros literarios. Está claro que no le van a gustar los tres, pero por lo menos que se interesen por ellos y que no vean por ejemplo la poesía o la prosa algo aburrido.

Hay que dejar al niño que sea él el que escoja los libros que le interesan leer, y no hay que imponerle que lea un libro, sino que ellos mismos elijan los libros que quieran leer.

Una de las cosas más importantes que he aprendido en este bloque ha sido cómo elegir libros adecuados para los niños. Hay que saber los intereses del niño, las capacidades que tiene, para así poderle enseñar un buen libro.
Esto es muy importante para cuando yo sea profesora porque no hay que escoger un libro cualquiera para que se lo lea el niño, sino que hay que analizarlo bien y saber si es conveniente para su edad.
A parte de esto, hay que tener en cuenta la forma de presentar un libro. Su forma tiene que ser atractiva para el niño y que tan solo viendo el libro, el niño se sienta atraído por él y que lo lea.


Cuando dábamos ese bloque yo me acordaba de cuando era pequeña y estaba en Educación Primaria, recuerdo que me encantaba leer libros, siempre me leía todos los libros que me mandaban y los que me compraba mi madre. Me los leía en muy poco tiempo porque me gustaban muchísimo. Pero al llegar a Secundaria y Bachillerato ya la cosa cambio. Los libros que me mandaban leer me costaban mucho leerlos. Y he de reconocer que todavía me encantan los libros de Primaria, de vez en cuando, cuando veo algún libro de cuando era pequeña por mi casa, me lo leo y me encanta.


Durante mis prácticas pude observar que en mi clase los niños tenían que leerse tres libros por trimestre y podían escoger los libros que quisieran. Los niños estaban muy motivados con la lectura, cuando se terminan un libro siempre venían a contarme cual se habían leído y me contaban de que trataba. Los libros que se tenían que leer eran acordes con su edad, no se podían leer un libro con muchos dibujos y con la letra muy grande, pues eran niños de 5º. Había algún niño al que le costaba muchísimo leer y la profesora le permitía que leyera un libro con menos páginas.

La prosa la trabajan a través de poesías. En cada tema del libro de lengua venía una poesía y los niños se la tenían que aprender y recitar. Había muchos niños a los que les costaban mucho aprenderse esas poesías, se las aprendían literalmente de memoria y sin ninguna gana.
Yo le pregunte a la profesora que si no trabajan de alguna forma más la poesía ya que a los niños no es que se les viera muy motivados. Y la profesora me dijo que no que siempre la han trabajado así y que no iban a cambiarlo.

En cuanto al teatro, en la clase de lengua ellos no lo trabajan casi. A lo mejor venía una lectura para que la leyesen en forma teatral y ya está.
En Educación física si que realizaron un teatro. A los niños les encantaban hacer obras de teatros, se pasaban todos los recreos ensayándolos. También e de decir que la profesora les motivó mucho haciendo teatro.

Para terminar, decir que ahora que he podido aprender muchísimas cosas sobre la literatura a mí de pequeña no me han enseñado de la mejor manera posible. Pero a la hora de trabajar la literatura ya se como se hace, y se que debo trabajarlo de una forma totalmente diferente.

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